Un trabajador de Endesa en Aragón ha logrado que, por primera vez, un juez califique como accidente de trabajo la electrohipersensibilidad, enfermedad que se produce ante la exposición a campos electromagnéticos tanto de alta como de baja frecuencia (wifi, telefonía móvil, ordenadores, tendidos eléctricos, transformadores eléctricos, etc.) y que este compañero comenzó a desarrollar en 2009.
El trabajador, técnico superior de Sistemas y Telecomunicaciones en Zaragoza, fue diagnosticado en 2014 y obtuvo una Incapacidad Temporal (IT) como enfermedad común. Recientemente, una sentencia en el Juzgado de lo Social Número 1 de Zaragoza, a la que accedes picando aquí, ha determinado que la patología que padece fue originada única y exclusivamente por su actividad laboral y por lo tanto las bajas laborales que ha tenido este trabajador desde 2014 tienen carácter laboral y deben ser consideradas como accidente de trabajo.
La sentencia, ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, es muy relevante, ya que pone de manifiesto la importancia de proteger a los trabajadores especialmente sensibles y contribuye a que sea aplicado de forma correcta el artículo 25 de la Ley General de Prevención de Riesgos Laborales. Según las últimas estimaciones para las sociedades modernas, la población electrohipersensible oscila entre el 3 y el 5 % del total, lo cual eleva a unos 13 millones el número de personas que sufren esta enfermedad en Europa.