"El cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la sociedad, sus efectos alcanzan a todas las esferas de la vida. Para combatirlo, la Comisión Europea aprobó en 2019 el Pacto Verde Europeo, hoja de ruta para la descarbonización y la transición ecológica de Europa. La creación en 2020 del Fondo de Recuperación Europeo para la reactivación económica de los países miembros, llamado Next Generation EU, apuesta por un modelo de crecimiento sostenible vinculado con la transición ecológica en una parte importante de sus líneas prioritarias, consolidando, así, el Pacto Verde Europeo como estrategia en el largo plazo.

Mientras hacíamos frente a la crisis ecológica, la pandemia del Covid-19 ha significado una crisis social y económica sin precedentes. Para superar este escenario desfavorable deben combinarse políticas de estímulo económico en el corto plazo contra los impactos provocados por la pandemia con políticas a medio y largo plazo. Esto tiene una importancia vital para el futuro del trabajo y la modernización de la economía, y debe acompañarse con la creación de empleo justo y de calidad.

Endesa, como empresa socialmente responsable, ha manifestado reiteradamente que la transición hacia un modelo energético sin emisiones es “una oportunidad,  tanto para la recuperación económica como para su apuesta por la energía verde en su condición de motor para la reactivación y el crecimiento económico de España”. Las palabras deben concretarse en hechos. En nuestra empresa ha firmado unos acuerdos y convenios para una transición Justa en las comarcas donde estuvo asentada durante décadas y donde ha obtenido un extraordinario rendimiento económico. Esas instalaciones de generación térmica de carbón, en tanto que pertenecían a una empresa pública, se han estado financiando históricamente con fondos públicos y, gracias a ellos, han llenado de prosperidad a las comarcas. Como contrapartida, han sufrido la contaminación en primera persona.

Con Endesa privatizada y actualmente en manos del Estado italiano se deben cumplir esos acuerdos. Esa responsabilidad social debe materializarse en el retorno de ese rendimiento económico a las comarcas afectadas. Endesa ha solicitado a la Unión Europea 23.000 millones de euros para llevar a cabo esa transición energética. Así, gracias a estas inversiones, seguirá sacando rendimiento económico de ellas. Las nuevas instalaciones serán más competitivas y, con las nuevas tecnologías, hará menos falta de mano de obra para su mantenimiento. El coste será menor y, por lo tanto, el beneficio mayor. Pero en nada ayuda repartir las ganancias entre unos pocos. Así no se es ni socialmente responsable ni tampoco hablamos de una transición justa.

Despoblación

Muchos compañeros y compañeras ya han emigrado a los nuevos destinos que les han sido asignados en los procesos de recolocaciones. Esos procesos han cambiado, posiblemente para siempre, su futuro y el de sus familias, aunque cuentan con que se cumpla la promesa del retorno a sus comarcas de nacimiento. Lamentablemente, en este proceso nos hemos vuelto a encontrar con el reiterado incumplimiento de los acuerdos firmados por la dirección de Endesa y los muchos inconvenientes que están surgiendo en las primeras comarcas afectadas por la descarbonización, Andorra y Ponferrada. Una vez más, hemos tenido que volver a la lucha para que se cumpla lo firmado. Además, para sorpresa de todos, las previsiones que había con los cierres de las dos últimas térmicas no se cumplen. El futuro de la central de As Pontes se resolverá por la vía ordinaria, retrasando el desmantelamiento. La de Litoral (Almería) es muy probable que siga activa una temporada más, según las noticias sacadas en prensa por la Empresa.

La vida de la gente no parece importarle mucho a esta dirección de Endesa. En cambio sí tener una imagen impoluta mientras para muchos el futuro se presenta tan oscuro como el carbón que se quemaba en las centrales. El dinero no es problema para financiar la Cumbre del Cambio Climático de Madrid de 2019. En cambio, sí lo es para cumplir los acuerdos y hacer que ese dinero retorne a las comarcas.

Desde CCOO denunciamos que se pretenda engañar una vez más a la población para, ahora, privarles de sus tierras y asentar ahí las nuevas instalaciones de fuentes renovables, como se está viendo en el Bierzo, contribuyendo, al mismo tiempo, a la despoblación de esas comarcas, enviando fuera a sus trabajadores y trabajadoras. Con menos plantillas en las zonas, volver en pocos años a recortar más los derechos a los que queden será más sencillo que ahora.

En CCOO luchamos por desempeñar un papel activo para determinar las políticas necesarias para afrontar una transición hacia un modelo de desarrollo productivo y económico sostenible, que nos permitan parar –y en la medida de los posible, recuperar- los daños producidos al medio ambiente. Reivindicaremos que esos fondos que vendrán de la Unión Europea sean auditados para asegurar que se destinan a aquello para lo que fueron concebidos y no se repita la historia de la reconversión vivida en los años 80”.