Hemos iniciado el camino para dotarnos de un nuevo convenio en Endesa. La dirección no ha empezado bien. Nos ha metido en un problema que afecta a la representación, a la pluralidad y a la legitimidad democrática. No sentimos que se esté actuando de buena fe. Pero más allá de esa cuestión, que demandaremos judicialmente, tenemos la necesidad de pensar el futuro a corto y medio plazo. Somos un sindicato que quiere lo mejor para las personas trabajadoras de Endesa, eso significa querer, también, lo mejor para Endesa.

¿Cómo están las cosas, en general? Somos conscientes de lo que tenemos delante en el presente inmediato. Las transiciones digital y ecológica son la ocasión para que el futuro próximo sea el resultado de un proceso de debate social sobre a dónde queremos ir. Endesa, como gran empresa energética, tiene qué decir. Las personas trabajadoras tenemos, también, derecho y responsabilidad para opinar. En nuestro país en los últimos años han caído algunos mitos que pensábamos inamovibles: hemos visto que la economía va mejor después de haber subido el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) tres veces y tras modificar el mercado laboral para darle estabilidad. Esto nos enseña que, si a las personas trabajadoras les va bien, a la economía le va bien. La precariedad, la inseguridad y la sobre explotación ofrece pírricos beneficios a corto plazo y enormes perjuicios a medio y largo plazo.

¿Y cómo le ha ido a Endesa? A Endesa no le ha ido mal, como la propia compañía comunica. En 2023, ha registrado un beneficio neto de 594 millones de euros y un incremento del 75,7 % con respecto a los 338 millones obtenidos en idéntico periodo de 2022. Endesa ha obtenido, en 2022, un resultado ordinario neto de 2.398 millones, el 26% más respecto a 2021, gracias principalmente a las excepcionalidades relacionadas con la guerra de Ucrania y sus efectos en el mercado gasístico y energético.

Este incremento de beneficios se ha convertido, rápidamente, en un aumento sustancial de las retribuciones al consejero delegado y los miembros del Consejo de Administración. Y entre tanto, las personas trabajadoras de esta empresa tenemos que seguir lidiando con las consecuencias del peor convenio de nuestra historia. La plantilla ha demostrado, durante el período anterior, su alto nivel de cualificación, profesionalidad y compromiso, aún cuando en su realidad perdía derechos, beneficios sociales y económicos o se soportan modelos de retribución sobrados de discrecionalidad y sin transparencia.

La meritocracia ni ha funcionado, ni va a funcionar, por cierto, tampoco en Italia, de donde se ha importado. Propondremos otro modelo, transparente, claro y justo. El VI Convenio debe devolver a la plantilla derechos perdidos y suponer una mejora real de su situación laboral y económica.

Preocupados por el futuro de Endesa. Como sindicato, nos preocupan las cuestiones que afectan a la empresa, porque eso afecta a nuestras condiciones laborales y al papel de Endesa en la sociedad. Para CCOO, el convenio no es mercadeo, es oportunidad para reivindicar el papel de las personas trabajadoras y debatir con la dirección sobre el futuro de la misma.

El convenio regula nuestro día a día, por eso es tan importante. Nos preocupa el sobreendeudamiento. La deuda neta de la compañía alcanza los 10.275 millones de euros, lo que supone un alza de 1.470 millones respecto al cierre de 2021. Una buena parte de este endeudamiento tiene que ver con Enel y su voracidad respecto a las filiales. Nos preocupa la credibilidad comercial de la compañía, su solvencia financiera y la situación de las personas trabajadoras, su principal activo.

Queremos debatir sobre el futuro de Endesa en este convenio, de esto van también los intereses de las personas trabajadoras.

Queremos poner el acento en la innovación. Frente a la tentación de un modelo empresarial basado en los beneficios a corto plazo y la sobre explotación de la plantilla, creemos en una Endesa innovadora, con una misión de empresa, orientada a impulsar el cambio hacia un modelo económico sostenible, preocupada por garantizar que la energía es un derecho y que reconoce la contribución de la plantilla a la creación de riqueza.

¿Cuáles son los objetivos del VI Convenio? Recuperar derechos y reparar las brechas. No se trata solo de dinero y derechos, es reconocimiento, respeto y participación. Debemos eliminar ese “malestar difuso” que se ha extendido en la plantilla. Hay brechas salariales entre nuevos ingresos y trabajadores veteranos, entre jóvenes y veteranos, entre mujeres y hombres. Debemos alcanzar un modelo de relaciones laborales basado en el respeto, la colaboración y el bienestar de la plantilla. Las tendencias en el mercado de trabajo son el resultado de acciones conscientes y propósitos claros. Si la dirección se empeña en un modelo de precarización, sobreexplotación y falta de reconocimiento, CCOO Endesa propone un modelo basado en la colaboración, respeto a los derechos y la legislación laboral y la dignidad de las personas trabajadoras. Una buena parte del valor que Endesa crea tiene que ver con la aportación de las personas trabajadoras de esta compañía, es momento de reconocerlo en el convenio.

Es el convenio de la participación. CCOO Endesa hemos abierto un proceso participativo para recabar opinión y propuestas de la plantilla al que se han apuntado casi 400 personas no afiliadas. Calculamos que en el mismo participarán, finalmente, casi 1.000 personas. Comisiones Obreras quiere contribuir al debate abierto en Europa sobre la democratización de las relaciones laborales y dar contenido a la resolución del Parlamento Europeo sobre este tema. Por otra parte, lo que salga de la mesa negociadora deberá ser ratificado por el conjunto de la plantilla: para CCOO se han acabado las negociaciones de mesa camilla.

Confiamos en la responsabilidad de la dirección de Endesa. CCOO ofrece la suya para asegurar el mejor convenio, un convenio que recupere derechos, elimine las brechas y ofrezca sentido y reconocimiento a las personas trabajadoras de esta empresa.