La mejor garantía de preservar un modelo sindical participativo, reside en transmitir información puntual y conocimiento exacto de todas las materias que constituyen las relaciones laborales del Grupo Endesa

Uno de los pilares básicos que conforman el estilo sindical de Comisiones Obreras, es la responsabilidad de informar con agilidad y transparencia.


A partir de esta premisa y nunca en deterioro de los procesos asamblearios y la comunicación directa, presentamos este nuevo instrumento al servicio de los trabajadores/as del Grupo Endesa como reafirmación de nuestro compromiso histórico.

La puesta en marcha de esta herramienta participativa, está encaminada a proporcionar un amplio conocimiento de las materias que configuran nuestras relaciones laborales, con la finalidad de convertir al trabajador en protagonista activo en la defensa y mejora de sus derechos contractuales.


Con esta iniciativa nos proponemos facilitar una información homogénea, completa y actualizada y esperamos que nos hagais llegar vuestras consultas y propuestas, aceptando el reto de responder a ellas con la mayor celeridad posible y de forma personalizada.

Si logramos que este proyecto se convierta en algo útil para vosotros/as daremos por cumplido nuestro objetivo.

La sangría de Endesa (origen)

La compra de Endesa por parte de Acciona y Enel en 2007 y el traslado de la total propiedad a la italiana en 2009, han marcado unos nuevos tiempos para las relaciones laborales en el conjunto de la empresa.

Acciona abandona el barco en 2009 con unas plusvalías de casi 2.000 millones. En menos de un año y medio (se embolsó 11.107,4 millones de euros --8.218 en efectivo y unos 2.889 millones en activos renovables), lo que alivió considerablemente su deuda debida a la crisis del ladrillo. Esto demuestra que una vez más se utilizaron recursos subvencionados públicamente para sanear empresas privadas

La sangría de Endesa

Acciona abandona el barco en 2009 con unas plusvalías de casi 2.000 millones. En menos de un año y medio (se embolsó 11.107,4 millones de euros --8.218 en efectivo y unos 2.889 millones en activos renovables), lo que alivió considerablemente su deuda debida a la crisis del ladrillo. Esto demuestra que una vez más se utilizaron recursos subvencionados públicamente para sanear empresas privadas.

El pasado año, Endesa abonó dos dividendos históricos, que supusieron un desembolso total de 14.606 millones de euros. No satisfechos con esa sangría para la empresa, el Consejo de Administración de Endesa (dirigido cual marioneta por Enel) tiene la intención de distribuir hasta la totalidad de su beneficio en forma de dividendo para los accionistas. Parece que el gobierno italiano (el mayor accionista) tiene prisa por recuperar con creces el dinero invertido y así sanear la economía de su país a costa de nuestro bienestar. 

Enel, siguiendo el más fiel estilo de un fondo de inversión, intentó la misma jugada fraudulenta con Enersis, pero el gobierno chileno lo impidió…. ¿qué ha hecho el nuestro?

No conformes con estas maniobras financieras, los actuales directivos de Endesa avisan al gobierno que sólo invertirán en nuestro país lo mínimo necesario para que no se caigan las redes ni tengamos apagones, argumentando que con la reducción de su retribución no resulta rentable seguir invirtiendo en España.

Fieles a estas directrices de ahorro compulsivo a costa de sacrificar las inversiones mínimas y necesarias para mantener el negocio principal, se enmascara un cambio radical de relaciones laborales basado en la implantación unilateral de premisas tales como flexibilidad, productividad y competitividad.

Para acallar las protestas de los sindicatos, los directivos amenazaban con la imposibilidad de poder conservar los actuales puestos de trabajo. De ahí ha salido la firma de un convenio, aceptado por referéndum, con un representante mayoritario que aprovechó que el colectivo de trabajadores estaba profundamente fragmentado y disperso, para vender la bondad de aceptarlo teniendo en cuenta que era mejor que lo que había fuera de Endesa.

Esta nueva política de Relaciones Laborales se está manifestando en todos los ámbitos de la empresa.

Con la inmensa mayoría de los trabajadores desencantados y atemorizados, nos encontramos con una Dirección crecida que incumple los pactos sin ningún reparo. Ante esta situación, además de un mayor acercamiento en los distintos centros de trabajo, los sindicatos debemos asumir funciones que van más allá del ámbito de la empresa, ya que es el momento de acercar el modelo de sindicalismo a la realidad política actual.

No olvidemos que la privatización de Endesa y la ayuda para absorber al resto de empresas fueron a cargo del erario público. Está claro que seguimos gobernados por una clase política que no duda en vender a cualquiera lo que es de todos a cambio de unos suculentos contratos en esas empresas cuando se retiran de la política.

En la actualidad 48 de los 487 puestos de los consejos de administración del IBEX 35 estaban ocupados por antiguos cargos electos. De este “honesto colectivo”, 20 están ocupando cargos en las empresas energéticas del país.

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