A día de hoy existen tecnologías para cumplir la normativa Europea de emisiones industriales (D.E.I.) para el 2020 con inversiones razonables, es decir, obtener valores de NOx (óxidos de nitrógeno) y SO2 (dióxido de azufre) en los gases de combustión por debajo del límite de los 200 mg/Nm3 que exigirá dicha ley a partir de ese año.

En la central de Compostilla II se han realizado ensayos de viabilidad, obteniendo unos resultados más que positivos, con tasas de emisión de SO2 por debajo de 200 mg/Nm3 y de NOx próximos a 0 mg/Nm3  , mejorando las exigencias Europeas para el 2020.

La inversión necesaria para aplicar las tecnologías ensayadas, alternativas a la desnitrificación de gases convencional sería de muchísima menor cuantía que la prevista para la construcción de las plantas de desnitrificación clásicas, cuyo coste rondaría los 100 millones de €uros.

Solo es necesario que los políticos cumplan lo prometido en el Plan del Carbón en cuanto a ayudas ya anunciadas para la desnitrificación. La viabilidad de las térmicas de carbón nacional y de las comarcas que dependen de la minería no estaría en jaque como lo están ahora. Es más, no sería necesario esperar al 2020 para adaptarse a los límites de emisión establecidos por la D.E.I.

Pero además, es imprescindible no dejar escapar la gran oportunidad de desarrollar una segunda generación de tecnologías de captura de CO2 en las instalaciones experimentales colindantes de la CIUDEN  para su aplicación inmediata a las centrales. Atajando definitivamente el principal problema de la combustión del carbón, que son las altas tasas de emisión de CO2 a la atmósfera, nadie discutiría  la extensión de vida de los tres grupos que aún  permanecen operativos en Compostilla. La aplicación de la tecnología de oxicombustión, ya demostrada en las instalaciones semi-industriales de CIUDEN, en combinación con las técnicas más recientes para la captura del CO2 de los gases que salen de las calderas, permitiría reconvertir la Central convirtiéndola en el buque insignia europeo de la combustión limpia del carbón.

Cualquier gobierno que realmente defienda el carbón autóctono, debería legislar para promover el uso de combustible nacional, tramitando con urgencia la propuesta de Orden por la que se regule el incentivo a la inversión para la mejora medioambiental en las Centrales Térmicas que lo consumen y además, dar apoyo al desarrollo de las tecnologías de captura y almacenamiento de CO2 en un Centro de referencia mundial como es el de la CIUDEN.