El pasado viernes 13 se comunicó a los trabajadores del B2C el inicio de un nuevo episodio de ésta serie de terror en la que se ha convertido Endesa X, pues todo lo que se nos dijo en el momento de su creación era una “fake news”, una noticia falsa, como el tiempo ha revelado.

Endesa X nació siendo una línea de negocio que se vendió a los trabajadores cómo la de una empresa que se estaba preparando para el futuro, que iba a ser pionera en la transición del modelo energético en España y en el mundo, generación distribuida, digitalización, fotovoltaica, pilas de hidrógeno... Tres años después la incertidumbre sigue.

Actualmente, después de múltiples reorganizaciones, es una empresa dentro del grupo Endesa, con CIF propio y trabajadores traspasados en su mayoría de Endesa Energia que aplica medidas propias del siglo XIX.

Una vez más, recientemente, nos han presentado un nuevo cambio de modelo organizativo, el segundo en siete meses, y para algunos compañeros que se incorporaron al B2C después de la última reorganización del B2B va a ser la tercera en solo un año. De nuevo, la excusa es la adaptación a un modelo global de Enel X. Esto, traducido del italiano al español, significa más por menos: más por el mismo sueldo, más dedicación, más flexibilidad, menos conciliación y si te portas bien te doy la meritocracia… o no.

Realmente da igual que el B2C aporte el 90 % del margen de Endesa X, da igual que desde el 2017 el B2C esté cumpliendo los objetivos, año tras año, con un incremento exponencial de éstos, da igual que en este 2020 se aporten 90 millones de euros, al final la voracidad de la alta dirección les lleva a aplicar las mismas medidas de siempre: reducción de costes y flexibilización de las condiciones laborales.

Da igual que los sistemas no funcionen (X-Costumer), da igual que se tenga que volver a trabajar en papel, cuando se publicita que se está gestionando el cambio hacia la digitalización. Mientras me aportes el margen que te pido, todo da igual.

Aproximadamente, un tercio de la plantilla será traspasada a Enel Iberia y, en teoría, realizará funciones en el territorio y a nivel global. Seguro que sobre el papel queda todo muy bonito y equilibrado, pero al final pasará lo de siempre, más carga de trabajo, más indefinición en las funciones (definición de rol) y menos participación por parte de los trabajadores (consecuencias de la perversión de una estructura matricial). Factores de riesgo identificados en la última encuesta y detectados como críticos, pero les dan igual, todo les da igual.

Por cierto, nos preguntamos para qué sirven las encuestas de riesgos psicosociales y el análisis de éstas un año después de su realización, si no sirven para aplicar medidas correctoras. Son resultados totalmente desfasados, si lo hiciesen ahora, se sorprenderían de la magnitud del desastre, pero les volvería a dar igual, todo les da igual.

Cómo hemos trasladado en múltiples ocasiones, desde CCOO nos mostramos totalmente en contra de éste modelo de gestión, en el cual las personas pasan a un segundo plano y sólo se piensa en el máximo beneficio a corto plazo.

Es hora de decir basta. Por los trabajadoras y trabajadoras y trabajadores de Endesa tomaremos las medidas que consideremos oportunas.