Una vez más algunos responsables de nuestra empresa han vuelto a evidenciar lo que a esta sección sindical le parece poca clase con tres de sus trabajadores. Ya ocurrió lo mismo el año pasado con otro viaje a Sevilla. Este año desde el área comercial (concretamente, G.P., E.O.S.C. y U.T.R.) se ha organizado un viaje entre lúdico y laboral a Portugal y han vuelto a no ser invitados todos los miembros del equipo. Quizás casualmente, tres trabajadores que el año pasado no fueron invitados este año tampoco lo han sido y, quizás casualmente, estos mismos tres trabajadores no tienen plaza modelo. A día de hoy, estos tres compañeros todavía están esperando que alguien se digne a comentarles algo de tal evento, de hecho afirman que se enteraron del viaje por terceras personas. Ni siquiera han recibido un correo informándoles que sus compañeros se van de viaje y estarán ausentes durante dos días. Nosotros entendemos que estas jornadas son para celebrar en grupo (al menos así lo pregona la empresa) y que, como tales, se debería de invitar a todos los trabajadores, no solo a los elegidos.

Desde Comisiones Obreras nos preguntamos por qué estos trabajadores que no son invitados son válidos en cambio para acudir a cursos de formación, video conferencias de trabajo y gestión del día a día. Ellos son los primeros que, sin tener plaza modelo, participan activamente en el trabajo diario y aportan su grano de arena para conseguir los objetivos que benefician al conjunto, y de los cuales en muchos casos se vanaglorian sus responsables. La empresa se llena la boca hablando de que somos una familia, que todos debemos remar en la misma dirección, que cada uno de nosotros es una pieza clave en el engranaje y que sin todos nosotros esto no funcionaría. Sin embargo, hemos podido comprobar que vivimos en una casa donde la familia organiza un viaje y hay una parte de ella a la que no solamente no se le invita, sino que ni siquiera se le comunica.