Las mujeres llevamos en la lucha para la conquista de derechos laborales desde sus inicios. Unas veces soportábamos la economía familiar mientras mineros y trabajadores de nuestras centrales, en Compostilla o As pontes, por ejemplo, unidos en largas huelgas, luchaban y conquistaban de derechos para toda la plantilla de Endesa. Otras veces, ya desde la revolución industrial, luchábamos y perdíamos salud y vida; protestábamos por los bajos salarios y largas jornadas. Las textiles, las tabaqueras y un largo etcétera de mujeres liderando la lucha obrera.

Ahora seguimos, más que nunca. Estamos dando un gran paso, fuerte y transformador hacia un verdadero sindicalismo feminista. Somos el 46% de la fuerza laboral de este país.

Toca dar otro paso más, construyendo los espacios y modelos de relaciones laborales que nos corresponden como mujeres.

Porque sois muchas las que, después de una baja por maternidad, veis pasar la oportunidad de un ascenso.

Porque sois muchas las que, teniendo la experiencia de años en puestos administrativos, no sois valoradas ni consideradas para ascensos, sintiendo el techo de cristal que os impone Endesa.

Porque sí, aún hoy, soportáis comentarios misóginos y machistas por pintaros o por ir sin maquillar; por poneros minifaldas o ir con pantalón y cuello cisne; por sonreír mucho o por estar seria; por ambicionar un ascenso o por preferir no hacerlo. 

Porque no pocas habéis sufrido acoso laboral por vuestra condición de mujer y la solución propuesta por la empresa es apartaros de vuestro puesto de trabajo, a vosotras, víctimas de ese acoso. 

Porque incluso algunas habéis sufrido acoso sexual, aunque os quieran silenciar.

Juntas y unidas muchas más, seremos más fuertes, más arriesgadas, alegres y combativas para, desde la sororidad, lograr acabar con todas estas situaciones de injusticia en el mundo laboral. Tienes una delegada o un delegado de CCOO cerca de ti, afíliate. Afiliadas, juntas y unidas.